Está distinguido por la Comisión Europea como destino europeo de excelencia , en reconocimiento a su iniciativa de turismo sostenible. Asomada al Atlántico, y apadrinada por el río Miño y el Monte de Santa Tecla, la villa de A Guarda es famosa por sus langostas. Si reservas mediante este enlace, nos ayudas a sostener el blog con una pequeña comisión, y a ti te costará lo mismo. Puedes aproximarte a echarle una ojeada al estuario del Miño en el que hay observatorios de aves.
Además de estar exquisita, tuvo buen precio y la atención fue buenísima. Aparte de ver el casco histórico es de visita obligada el puerto y la playa, perfectos para pasear y admirar las viviendas de colores que conforman la población. Las casas indianas fueron construidas por los emigrantes que, tras viajar a países como La República Dominicana, Brasil o Puerto Rico, regresaban con dinero y los construían en su ciudad natal. En ellos predomina el azulejo y la forja y hay un total de 12 que el municipio te propone en una ruta. Nos vamos de fin de semana a conocer A Guarda y Santa Tegra o La Guardia y el Monte de Santa Tecla. Admiraremos esta muy bella población marinera ubicada en la provincia de Pontevedra, y después subiremos a conocer su castro y las fantásticas vistas del monte.
Salinas Rupestres De Camposancos
Después bajamos al Castro de Santa Tecla, donde puedes observar los restos de un poblado, aunque solo una pequeña parte está excavada. Hasta la ermita llegan dos via crucis, uno más fácil de finales del siglo XVII y otro que se concluyó en 1940, que adorna un bonito camino con cruces de piedra adornados con medallones de bronce en el que se ven las situaciones del Calvario de Jesús. De la ermita hay documentos del siglo XII, y se sabe además que se construyó sobre un templo visigótico por unos restos encontrados en una excavación reciente.
Es por este motivo que estamos con varios inmuebles religiosos importantes como la Iglesia de Santa María, románica del siglo XII, con varias piezas barrocas de importancia y la Iglesia del Monasterio de las Benedictinas. El Monasterio, viejo hogar monacal, se convirtió en hotel-monumento y restaurante. Profundiza en su tradición pesquera en la lonja y en las habituales casetas de pescadores, unos de los puntos más turísticos y visitados, pero no por este motivo menos genuinos, de A Almacena, donde vas a ser consciente de la importancia del mar en esta hermosa población costera. La villa portuguesa de Caminha está situada en el estuario del Miño, en la orilla opuesta al monte de Santa Tecla / Trega y la playa de O Muiño-Camposancos. En ella resalta su casco antiguo y, a las afueras, el bosque nacional de Camarido, el mayor pinar atlántico del norte de Portugal. Elige en la lista o navega por el mapa para conocer los puntos de interés.
Panorámicas A Almacena
Durante las calles de A Almacena nos vamos topando con algunas edificaciones especiales y cuya arquitectura parece no desposar con la de un pueblo marinero. Son las llamativas Viviendas Indianas, construidas a fines del siglo XIX por los emigrantes del pueblo que viajaron a América y consiguieron amasar fortuna. Pretendían implantar un nuevo modelo arquitectónico, pero la iniciativa no cuajó y hoy las grandes casonas subsisten como el símbolo de la prosperidad en la América de antaño.
Es un ubicación maravilloso para cenar, allí existen varios restaurantes y bares para probar los productos del mar gallegos como hicimos nosotros . La iglesia se reconstruyó en el siglo XVII y quedó separada del hotel siendo dedicada hoy en día al culto. Asimismo desde el mirador, además de la localidad de A Guarda, puedes ver gran parte del Castro de santa Tecla, al que ahora nos dirigimos. Pero para poder ver mejor la manera de castro les dejamos esta foto y vídeo aéreo para que puedas ver la manera que tenían sus casas. Estas casas fueron edificadas en la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX por los emigrantes que volvieron de Puerto Rico, República Dominicana y Brasil. Se identifican por la utilización de azulejos y la mayor parte están situadas en el casco urbano.
Nosotros no conocíamos la presencia de las cetáreas y nos parecieron unas construcciones muy interesantes e incluso lindas. Sin duda, recomendamos esta ruta para saber una parte de las antiguas tradiciones marineras de la ciudad. Un dato a tener en consideración es que cuanto mucho más baja sea la marea, mayor extensión de estas sorprendentes construcciones quedará al descubierto. Si quieres retroceder 2000 años en la historia gallega este es tu rincón. Los celtas vivían en este rincón, un sitio estratégico para defenderse.
En la sede de la Asociación, ubicada en el puerto de A Almacena, se puede conocer de cerca este trabajo y, a la vez, ver las proyectos de artesanía que, desde hace años, crean las redeiras (están incluidas dentro del sello de Artesanía de Galicia). Este es el mapa donde he recogido gran parte de lo que va a constituir este artículo con todo cuanto ver en A Almacena y aledaños. En él he distinguido por código de colores y también iconos los diferentes atractivos de los que voy a hablar (por servirnos de un ejemplo, el símbolo de 🎨 hace referencia a proposiciones más creativas y diferentes). Solicitud varios de los acontecimientos mucho más importantes que lograras gozar en el destino.
Monte De Santa Trega – Monte Santa Tecla
Que se tienen la posibilidad de disfrutar las vistas a La guardia y a la desembocadura del Miño y parte importante del curso bajo del río. Te permite ver uno de los castros mucho más grandes de Europa, aparte de disfrutar de unas magníficas vistas de la desemboc… Festas do Monte en A GuardaA Almacena es sitio de celebraciones casi todo el año, muchas de ellas relacionadas con la gastronomía y el mar, entre las que resaltan la Festa da Langosta o la Festa do Peixe Espada. Pero su celebración más esencial es la Festa do Monte, que tiene rincón en el mes de agosto, catalogada de Interés Turístico de Galicia. Para visitar el castro de Santa Tecla, se puede realizar a través de free tour al yacimiento o mediante visita guiada. Asimismo podemos ver el Monasterio de San Benito, o de las benedictinas, fundado en el siglo XVI por los hermanos Ozores de Sotomayor y que fue abandonado por las monjas en 1983 transformándose hoy en dia en hotel.