En la plaza se festejaban los mercados medievales, en tanto que era el centro de la vida cotidiana junto con el puerto. Adosada al Municipio está la Torre del Reloj, que formaba parte de la muralla medieval y resguardaba uno de los accesos a la villa. No puedes dejar A Guarda sin contemplar esa escena, si es posible desde el mar, alquilando alguna pequeña barca con patrón en el puerto, y te llevarás la mejor instantánea que puedes tomar de este pueblo marinero. Para seguir tu paseo por A Almacena dirígete a la Praza do Reló y al Castillo de Santa Cruz, antigua fortaleza de cara al Miño, situado en el punto más elevado de la ciudad. Durante las calles de A Guarda nos marchamos topando con ciertas edificaciones especiales y cuya arquitectura semeja no casar con la de un pueblo marinero.
Se trata de un recorrido de cerca de 4 kilómetros por los 67 molinos que cubren las laderas de Campo do Couto, entre los sitios de Martín y Picón. Datan de los siglos XVII y XVIII y están declarados Bien de Interés Cultural. El castro de Santa Tecla / Santa Trega es uno de los yacimientos castrexos mucho más importantes y populares de Galicia y de la península Ibérica. Se trata de un viejo y un enorme poblado que llegó a estar habitado por cerca de 4000 personas entre los siglos II a. C y II d.C. Situado en lo prominente del monte de Santa Tecla, el yacimiento se puede recorrer por libre o con visita dirigida . Qué ver en A Almacena y alrededores, un paseo por entre los pueblos mucho más lindos de Rías Baixas.
Alrededores
Tiene multitud de sitios de comidas y terrazas en los que gozar de la gastronomía local. En la actualidad, el castillo es Bien de Interés Cultural y dentro suyo hay un pequeño jardín botánico con múltiples especies de árboles centenarios; también se ha construido un Centro de Interpretación sobre fortalezas abaluartadas transfronterizas, que solo abre los últimos días de la semana. Comer langosta en A Guarda Turismo.galLa langosta es la personaje principal de los mariscos en A Almacena y en cualquier lugar de comidas en el que ingreses la verás formando una parte de su plato estrella. Praia Os Muiños Turismo.galNo hay verano gallego sin playas y si tu visita a A Guarda coincide con esta estación del año seguramente vas a estimar refrescarte del calor de esta región en alguna de ellas.
Además de contenidos etnográficos, muestra una importante compilación malacológica (una rama de la zoología que estudia los moluscos). Fruto de las distintas invasiones que sufrió A Guarda se encuentran 2 construcciones de especial interés. La primera de ellas es elCastillo de Santa Cruz, iniciado en 1663 tras la toma de las tropas portuguesas.
Qué Ver Y Hacer En A Guarda, En Pontevedra
La iglesia, pequeña y estropeada, sigue dedicada al culto religioso. En el centro de la villa hay que ver en A Almacena laIglesia Parroquial de Santa María. Originalmente románica (s. XII), que se amplió en el siglo XVI y a lo largo del Barroco, instante en que se levantó su testera, con cuadros blancos de predominación portuguesa. En el interior llama la atención el retablo destinado a la Asunción de la Virgen María.
El mural fue pintado en el año 2018 por voluntarios locales y tiene como símbolo un objeto volador no identificado con el lema A Guarda is alive. En la calle Muro podemos encontrar el tramo mucho más largo de muralla medieval, en el que estaba la Puerta del Monte, que daba ingreso al mar; en la calle Ireira se mantiene otro tramo. La presente iglesia parroquial data de una antigua románica rehabilitada en el siglo XVI. La testera primordial es barroca y la torre se añadió en el siglo XIX. Para conocer el castro de Santa Tecla, se puede realizar a través de free tour al yacimiento o mediante visita dirigida.
Castro De Santa Trega O Santa Tecla
Desde el castro se tiene una fantástica vista del estuario del Miño. En el puerto está el antiguo Convento de San Benito, del siglo XVI, que estuvo regentado por monjas benedictinas hasta 1983; hoy en día se ha transformado en hotel y lugar de comidas. El puerto se encuentra dentro de las imágenes más lindas y características de A Guarda, con sus casitas de colores.
En la sede de la Asociación, situada en el puerto de A Guarda, se puede saber de cerca este oficio y, a la vez, ver las proyectos de artesanía que, desde hace años, crean las redeiras (están incluidas dentro del sello de Artesanía de Galicia). Festas do Monte en A GuardaA Almacena es rincón de celebraciones prácticamente todo el año, muchas de ellas similares con la gastronomía y el mar, entre aquéllas que resaltan la Festa da Langosta o la Festa do Peixe Espada. Pero su celebración más esencial es la Festa do Monte, que tiene rincón en agosto, clasificada de Interés Turístico de Galicia.
Adoptaron las estructuras propias del país americano y emplearon piedra o azulejos, que le dan un colorido característico. Boyante de calles marineras con casas de gusto portugués y con pequeños restos de la muralla que defendía la población de los asaltos externos. El siglo XVII fue crucial para la crónica de A Almacena, más que nada con relación a las presiones beligerantes derivadas de la Guerra de los Treinta Años. Se trata de una plaza militar conquistada por los portugueses en 1665. Esta victoria logró que la villa perteneciese al reino de Portugal durante tres años.
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Fuimos 2 veces a este restaurante y la verdad es muy aconsejable, si quieres comer un arroz con bogavante este es tu sitio, lo haces esquisito. De entrantes nos solicitamos croquetas hogareñas, almejas a la marinera…todo buenísimo. Los camareros muy atentos, servicio rápido y precio normal para lo que se solicitó, mucho marisco. Nosotros dejamos el coche en uno de los múltiples parking existentes, en el de la playa de Santa Tecla, y fuimos caminando por una pasarela de madera al lado de la playa, llegando hasta el hotel O Muiño, donde hay otra zona de aparcamiento. Se puede pasar un satisfactorio rato de descanso en la orilla o aun atreverse a meter los pies en el agua mucho más que fría… Enfrente, a poca distancia, se puede ver precisamente la localidad portuguesa de Caminha. En el espigón del puerto de A Almacena se puede ver un mural, llamado A Almacena Redactada nas Estrelas; tomando el muro tal y como si fuera un cielo estrellado, se agregaron elementos marítimos, tan íntimamente relacionados con la ciudad, como crustáceos, aves o un barco.